El tercer libro de Neimhaim, La Loba Blanca, ¡ya está muy cerca!
La esperada fecha del lanzamiento es el jueves 28 de noviembre, ese día estará disponible en todas las librerías, los más impacientes ya tienen disponible la preventa en plataformas online.
Para celebrarlo, tenemos la imagen completa de la portada, ¡y estamos emocionados de compartirla por fin!
Esta cubierta es muy especial, y muy distinta de la de los libros anteriores. ¿Por qué? Porque no se trata de una alegoría, muestra el corazón de la historia en toda su intensidad.
Lo que primero salta a la vista es que la portada tiene dos personajes, en vez de uno.
Y es que este nuevo viaje a Neimhaim se narra en dos tiempos distintos: presente y pasado. Hay dos grandes protagonistas, Astryt y Nídunn, y cada uno de ellos protagoniza su propia historia, aunque ambas tramas están entrelazadas de una forma muy intensa…
¿Qué nos espera en Neimhaim. La Loba Blanca?
Dos mundos, dos tiempos. Dos almas separadas por una distancia insondable, pero íntimamente unidas por los hilos del Destino.
Astryt es la heredera al trono de Neimhaim. Está llamada a suceder a su padre, pero el consejo regente se lo impide. Es una joven extraña, distante, envuelta en un silencio inexplicable desde que era niña. Para la mayoría, Astryt está perdida: es la última de un linaje decadente, un corazón congelado incapaz de sentir. Pero la escarcha de su interior en realidad encierra a un animal salvaje y herido que pugna por liberarse. No tiene cabida en su mundo, solo desea escapar.
En un pasado distante, en la edad de los Antiguos, hombres y mujeres viven separados por estrictas leyes. Un joven lo pierde todo y es conducido a una hermandad de guerreros consagrados, los úlfhedinn, los lobos de la noche.
Allí le dan un nuevo nombre, Nídunn, y emprende una vida salvaje, entregado a las armas, siempre bajo la luz de las estrellas. Mientras, en su corazón fiero y dolido guarda un deseo secreto: desafiar el orden de su mundo y derribar las injustas leyes que separan a las madres de sus hijos.
Una antigua joya entrecruza de pronto las vidas de Astryt y Nídunn. Una enigmática flor de cristal, la estrella de las nieves, les une a eras de distancia. Entre ellos existe un vínculo más íntimo de lo que jamás podrían imaginar.
Ese contacto cambiará toda su existencia en el pasado, en el presente y también en el futuro, amenazando con desatar un poder descomunal y nunca antes conocido, capaz de desgarrar para siempre el Tapiz del Destino.
El misterio de la portada de Neimhaim 3
En la portada podemos ver a Astryt, la última del linaje de los blancos, descendiente de reyes y, si lo que dicen es cierto, de sangre divina. Sin embargo sus ropas son sencillas, están rotas. Su situación es desesperada pero está inmersa en el resplandor sublime que emana de la estrella de las nieves que sostiene en la mano.
Está sentada ante lo que parece una superficie de agua, pero en su reflejo no la vemos a ella, sino a Nídunn bajo un firmamento estrellado, con las ropas de su hermandad, los lobos de la noche.
En sus manos sostiene una lanza y le acompañaba una loba, Onyx (inspirada en una loba que existió en la realidad, O-Six) que NO ES la Loba Blanca de la que habla el título.
Se diría que la contraportada es la portada invertida, pero no es la misma imagen dada la vuelta.
Y este es otro misterio de la portada de La Loba Blanca. La ilustradora Vero Navarro se ha enfrentado a un gran desafío: mostrar la misma escena, con los mismos personajes y en la misma posición, pero desde perspectivas distintas, y en situación inversa, ya que se trata de un reflejo en el agua.
Mientras Astryt mira al frente, su reflejo en el agua se ve desde abajo.
Y con el misterioso joven guerrero, Nídunn, pasa justo lo mismo.
Aquí podéis ver un vídeo de la ilustradora Vero Navarro dibujando las portadas.
Esta cubierta refleja a la perfección cómo los mundos de Nídunn y Astryt están conectados a través de la estrella de las nieves, en un misterioso vínculo que tendréis que descubrir entre estas páginas, y que tendrá una trascendencia enorme, mucho más de lo que podéis imaginar…